lunes, 9 de diciembre de 2013

Apuesta por Nuevo Periodismo


El término “Nuevo Periodismo” surge a principios de los años sesentas, con el aura hippie y la guerra de Vietnam, en Estados Unidos. Sin embargo, el nombre sólo es la designación a un tipo de escritura que se hacía desde la época de Herodoto, hace al menos 2,500 años. El nuevo periodismo está, por lo tanto, lejos de ser un neonato arrullado en la cuna de los mass media.

"Abandona la prosa informativa despersonalizada y asume un punto de vista", Diego Rosemberg.

El surgimiento de esta nueva pluma surge de tres fuentes: de los escritores que buscaban algo más que un realismo literario, deseaban experimentar escribiendo obras de no ficción, en medio de un ambiente que prometía mejores historias con una gama de aspectos políticos, sociales y cambios inimaginables a principios de siglo; de los periodistas que creían insuficientes las técnicas tradicionales y deseaban expresar una mayor sensibilidad a los acontecimientos sociales y políticos de la época; y por último, activistas inmersos en las nuevas subculturas nacientes, como feministas, hippies, artistas, etcétera.

Entre los pioneros de este nuevo género de no ficción están: José Martí , Rubén Darío, Roberto Arlt  Alejo Carpentier , Rodolfo Wash , el padre del Nuevo Periodismo, Tom Wolfe, Thruman Capote, Elena Poniatowska y Gabriel García Márquez, quien creó la Fundación Nuevo Periodismo Ibernoamericana, encargada de formar profesionales en este género y también de premiar a lo más reconocido.


Para comenzar a aceptar y valorar al Nuevo Periodismo, es necesario desnudar por completo al término “objetividad” tan presente como característica básica en los textos periodísticos. En sus inicios, el periodismo se desarrolló como un oficio, en  ciudades, como en Mérida por ejemplo, la profesionalización de los reporteros no es común, ésta la reconocen por la experiencia y no por el título recibido. “Al revelar sus inclinaciones personales, el nuevo periodista lucha por una clase más alta de objetividad de algún modo superior a la del periodista que imagina una falsa imagen de sí mismo como un ser incontaminado,neutro, capaz de prescindir de toda carga ideológica”. (John Hollowell, 2003, P.36)


Al profesionalizarse, el periodismo todavía tiene ciertos estigmas provenientes de los tiempos en los que se consideraba una ocupación técnica. Parece que el periodista, está imposibilitado de ejercer su derecho a la opinión, aún cuando se le exige estar informado y tener todo el marco teórico y analítico para desmenuzar una noticia. ¿Acaso existe una especie de pudor en la estimación? Un médico o un electricista no están privados de su derecho a dar juicios de valor o un diagnóstico que tenga que ver con aquello en lo que son expertos. ¿A qué se debe entonces la rigurosidad para la objetividad, además de que esta es utópica? “Lo que amenaza la objetividad es la aplicación indiscriminada de la velocidad y el uso de hacer encajar a la fuerza en el molde del periodismo instantáneo a todos los asuntos públicos, sin importar si son complejos, oscuros o si están todavía en proceso de desarrollo”. (McDOnald , 2008)

Una de las grandes preocupaciones contemporáneas en el ámbito periodístico es la tendencia de los informantes y su línea editorial a la que están unidos por un cordón umbilical. Sin embargo, ésta es un camino erróneo hacia el periodismo subjetivo que incluye la opinión del periodista, ya que la ética profesional exige que su punto de vista esté justificado por un conocimiento extraordinario del tema y no por intereses económicos. Existen impedimentos para desarrollar este tipo de periodismo como la institucionalidad que ha surgido a partir del periodismo taquigráfico. La nómina de muchos empleados del medio es gracias a la transcripción literal de las fuentes oficiales que además responden a una política empresarial y conciben a la notica como un producto. “Las organizaciones noticiosas demasiado deidcadas al status quo rehusan admitir la evidencia de que el statu quo no funciona”. (Ben Bagdikian, 2005)

Desde el momento en el que observamos un hecho, lo hacemos desde nuestra experiencia y marco teórico aprendido, tenemos una serie lógica que lleva a interpretar y sesgar ciertos aspectos de una noticia. Y se pretende, que toda una complejidad y fenómenos social se sintetice en cinco preguntas, que podrían ser respondidas o transcritas por cualquier persona del oficio sin que ésta deba tener precisamente profesión. “«pasaban las cosas», había que «tomar contacto con completos desconocidos, meterse en sus vidas de alguna manera, hacer preguntas a las que no tenías derecho natural a tener respuesta, pretender ver cosas que no se tenían por qué ver, etc.» y ante la incapacidad de los novelistas para enfrentarse al cambio vertiginoso experimentado por la sociedad norteamericana «tuvieron, para ellos solos, los locos años sesenta, obscenos, tumultuosos, mau-mau, empapados en droga, rezumantes de concupiscencia»”. ( Reed, Southern, Tomalin, Barbara L.y Goldsmith, 2003)

El Nuevo Periodismo es una corriente holística que integra al periodismo de investigación, al periodismo tradicional y al interpretativo, rompiendo las divisiones de la misma literatura y sociología, de la no ficción y reconstrucción de la realidad. Se opone a esta concepción reduccionista y concentra su objetivo con dos herramientas principales: verdad y escritura. Valiéndose de todas las posibilidades de acumulación de datos, interpretación, teoría y recursos lingüísticos sin tener que responder y golpearse con los límites de cada una de éstas.

Por otro lado, la también llamada “Literatura de no ficción” resuelve un problema contemporáneo al que se han enfrentado muchos reporteros del oficio: el periodismo ciudadano. El avance tecnológico ha permitido que la sociedad en general, los lectores, y televidentes tengan no sólo la oportunidad de tomar fotografías de los hechos, sino de informar y difundir de manera masiva una noticia. ¿Cuántas noticias mundiales no han tenido como primera fuente a Twitter? Basta con tener un smartphone y una cámara de 8 megapixeles para tener una cintilla lista para ser transmitida en cadena nacional. Lo anterior, reafirma lo dicho en los primeros párrafos: cualquiera puede escribir una nota con las cinco preguntas básicas, es suficiente tener mínimos conocimientos de redacción para publicar en un periódico. Esto no quiere decir de ninguna manera que está desapareciendo el periodismo, sino que hace más evidente la insuficiente labor de los reporteros del diarismo. “Los rasgos principales que dominaban el modelo periodístico vigente consistían en una frustrante estandarización de las informaciones, originada en una uniforme concepción de la “noticia”; una aburridora falta de imaginación y audacia para enfrentar con procedimientos nuevos los fenómenos emergentes y, en general, un desprecio por la innovación y el cambio”. (Santibañez, 2010).


En conclusión, el nuevo periodismo surge como respuesta ante cambios inminentes de la sociedad en la segunda mitad del siglo XX, cambios que siguen en su proceso interminable y cada vez es más notoria la necesidad de un periodismo que involucre al reportero otorgándole posibilidades estilísticas, y el cumplimiento de su derecho profesional de escribir una opinión personal explícita debidamente fundamentada y tomando como base la realidad social.