Armando Palomas se presentó ayer en El Mozo Bar ubicado en
Prolongación Paseo de Montejo #110 Col. México, con su característico
buen humor, presentando su material autogestivo con intenciones de
crítica cultural.
Tiene una trayectoria de 20 años y 18
producciones, es originario de Aguascalientes y la mayor parte de su
publicidad ha sido por recomendaciones personales. Entre sus canciones
están: Crónica de una serenata equivocada, al fracaso le robé unos
besos, Que se muera el rock y Motel California.
"Yo no estaría en
la radio, la televisión o las revistas porque me censuran, en algunos
lugares no me dejan cantar por lo que dicen mis canciones, por lo que
digo".
Los presentes cantaban a coro sus canciones y participaban
en una plática divertida con el cantautor, riendo cuando parodeaba o
críticaba a algunos músicos mexicanos o a grupos de la nueva generación
"Hippies de Polanco", decía; así como actitudes comunes entre la
sociedad y el ámbito mediático y político. "Aunque ustedes no lo crean,
esto es cultura", afirmó.
Una de mis estrofas favoritas fue "Hicieron un pinche licuado de fresa con marihuana y de ahí resultó la Ximena Sariñana", y no es porque tenga algo en contra de la cashishinquerer sino por la forma tan fresca e ingeniosa de la canción. Pocos músicos mexicanos se salvaron de su aguda crítica y parodia del inconforme cantautor.
De forma interesante, contaba la
historia de alguna de sus canciones y de lo que significaban para él y
de dónde habían salido. Contaba con la aceptación íntegra del público
que a veces lo insultaba adoptando su actitud directa y fiestera, y en
otras le gritaban con entusiasmo.
También, hubo oportunidad de que
contara algunas anécdotas de su reciente participación en el Vive
Latino, bromeando sobre las nuevas bandas juveniles y sin miedo a
declararse en contra de los productores del evento.
La noche terminó entre aplausos y gritos, en espera de la próxima vez que el músico visite nuestro estado.
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