lunes, 14 de octubre de 2013

Crónica de un festival mórbido

Mórbido, el festival de cine de terror que se reconoce como el único festival de cine local, inició sus actividades el pasado jueves 10 de octubre hasta los siguientes tres días. Los organizadores Sergio Aguilar y Kevin Manrique comentaron que el apoyo al cine yucateco lo demostraron en tres formas: en el concurso de cortometraje universitario, la producción ómnibus de jóvenes yucatecos, “Sajkil”; y la película yucateca “Réplica” dirigida por Jorge Carlos Cortázar. 

Boleto de mórbido. GIF de Luis Cruces
 Día 1

El festival de cine mórbido inauguró su cuarta edición con la obra prima de Guillermo del Toro: Cronos. Los boletos podían conseguirse en tres restaurantes del centro cerca del teatro, ya que ahí no los vendían.

El filme se programó en la sala principal del Teatro Armando Manzanero, al menos 700 personas llenaron el lugar. La función comenzó con unos segundos de retraso y el speech de bienvenida. 
    
 A las 8:30 se encendieron las luces. Una chica de vestido negro y aspecto zombie de etiqueta dio la bienvenida, hizo gritar a los presentes y dio el preludio a los organizadores. Después del aplauso aparecieron en el escenario un par de jóvenes con cabezas de chivo, casi tan bizarros como Frank de Donnie Darko. 



Sergio Aguilar y Kevin Manrique hablaron un poco del inicio del festival, las cosas por las que han tenido que pasar, la preparación de todos los detalles, la necesidad de un festival de cine en Mérida y también una reseña sobre la película que se reproduciría. 

Día 2

A las 3:30pm comenzó el concurso de cortometraje universitario. Seis cortos dirigidos por jóvenes yucatecos fueron una muestra de que la producción, dirección y guionismo de los estudiantes , vale la pena. Sin embargo, también reflejó la falta de actores en el Estado, o al menos un mejor filtro para representar a los personajes bien trabajados de los proyectos. No creo que haya nada de malo en invitar a un amigo que física o psicológicamente case con el personaje, pero un mejor cuidado en las aptitudes teatrales hubiera resaltado mucho más el trabajo de algunos concursantes. 


Es padrísimo que en este tipo de propuestas el corto reciba los mismos aplausos que los créditos y creo que eso es una buena señal. Escuché a muchos decir que conocidos participaron en varios cortometrajes y eso demuestra la identificación y la cercanía que transmiten las producciones locales. Ver el trabajo de amigos y conocidos, es una sensación bastante agradable, hace que leer las letras pequeñitas valga la pena.

Al finalizar la película, continuó una plática de uno de los talleristas del ciclo: el Dr. Lauro Zavala quien impartía “Alfred Hitchcock para principiantes”. La plática fue sobre las genealogías del cine de terror. La entrada fue libre.

 A las 6:00pm en una de las salas del Teatro, presentaron Réplica de Jorge Carlos Cortázar. Y es entonces cuando comenzó la etapa del terror. Tengo una queja, una queja muy grande sobre la falta de respeto por parte del público de esta función. La película es, según dijo Sergio Aguilar, la única película yucateca de la década, posteriormente supimos que fue hecha en el 2005 y apenas dos meses atrás se estrenó. Evidentemente, no era una película que mostraba a cucharadas la historia, todo lo contrario: era a propósito lenta, la secuencia de tiempo parecía intercalada, laberíntica, no había muchos diálogos, las situaciones eran muy simbólicas, había escenas de desnudo y lésbicos. Una trama bastante fuerte y situaciones sexuales justificadas.

Me pregunto si el público yucateco (y no yucateco, porque mi queja no sabe de regionalismos) que asistió a esta función en particular, tenía alma de estudiante de secundaria o por qué las risitas al ver un pene. ¿Es en serio? Comentarios como “además de asesina, pinche torta”, están más que fuera de lugar. “Es como si hubieran dicho: ¡Mira, una persona! ¿Qué tiene qué ver lo de torta?”, escuché decir a alguien que opinó, a mi parecer, bastante acertadamente sobre esto. 

Lo que fue el colmo (hasta ese momento) fue el chiflido de uno de los asistentes cuando la actriz de la película se quitó la blusa. “Presenten” decían en voz alta. In-disfrutable la película. Después siguieron unos minutos de voces altas y “shh” ahogados en un mar de risas. La sala estaba inquieta, la película parecía desesperarlos. “No la entiendo, wey” muy válido cuando aceptas que eres tú quien no pudo comprender la película, no hay nada de malo en eso, pero si es seguido de un desdeño a la producción insinuando cosas como “estaba muy mal el que hizo esa película, ¿qué se fumó?” me parece una mezcla venenosa entre falta de humildad e ignorancia, para dar diarrea. 

Eso sin contar que el chico junto a mí movía insistentemente su pierna como perro en celo y las chicas de enfrente me provocaron insolación con su celular, pero eso ya es culpa mía por sentarme atrás. 

Ya al final de la película, el desenlace pareció no gustarle a todos y en una nueva muestra de irrespetuosidad, comenzaron a reír al tiempo que pasaban los créditos. Una lástima la actitud del público que aún cuando dijeron que la directora de fotografía y la mamá de uno de los actores se encontraban en la sala, volvieron a dar una muestra más de que al parecer no sabían ni qué iban a ver, pues al decir si alguien tenía una pregunta, en tono burlón se escucharon comentarios, una vez más en voz alta, que decían cosas como “explíqueme la película”, “¿qué se fumó el director?”, y un doloroso etcétera.

Y para cerrar con broche de oro, los organizadores expresaron su enojo (a oscuras, ya que el teatro tuvo “fallas técnicas”) porque al parecer las autoridades estatales no querían respetar el establecimiento prometido meses antes.

Ése mismo día se presentó una doble función de entrada libre en La 68 Casa de la Cultura, de dos películas francesas: El asesino de Montmartre y Cronópolis. Y a las 9:30pm en el Teatro Armando Manzanero, la película VHS de Adam Wingard, Glenn McQuaid, Radio Silence, David Bruckner, Joe Swanberg, Ti West.


Día 3

 En la cineteca del teatro, la primera función fue a las 11am. Presentaron una serie de cortometrajes de terror; y a la 1pm la primera película del día: INBRED, una película inglesa de Alex Chandon. Al terminar continuaron con la ronda de películas con Deadgirl de Marcel Sarmiento y Gadi Harel y Dame tus ojos de José Luis Gutiérrez Arias, la primera película nacional del festival, reproducida en la Sala Principal del Teatro Armando Manzanero.


A las 8pm era la cita para el tan esperado cortometraje ómnibus: Sajkil, integrado por 15 cineminutos de los directores: Amaury Alonzo, Daniel Peraza, Dimitri Espadas, Gerardo García, Jairo Román Mukul, José Luis Alanís, Juan Esteban Méndez, Juan Fleites, Kevin Manrique, Migue Ventura, Nina Nemesi y Mario Galván, Sergio Aguilar, Tony Monforte y Víctor Rejón. 

Directores de Sajkil


La sala estaba llena, la producción en general tuvo una recepción muy buena por parte del público. En cuanto al proyecto, se hizo evidente una de las premisas del festival: en Yucatán sí hacen cine, y de calidad. En lo personal, disfruté mucho esta función y el trabajo de los jóvenes que integraron la producción. Volvió la simetría de vítores tanto en los cortos como en los créditos. Una muy buena experiencia.

Esta función era doble, por lo que al final de la presentación, continuó una película del director argentino Adrian Garcia Bogliano, quien estuvo presente y aplaudió el trabajo de Sajkil. 

Al término de las presentaciones, Espacios Mayas fue el lugar elegido para la fiesta de Mórbido, como pre-final del festival que tenía un día más de vida.

Día 4


El domingo comenzó con El Morbito en la cineteca del teatro, en el cual reprodujeron cortos animados para niños. A pesar de los rumores de su cancelación, no pasó a más y se respetó a duras penas la programación de los últimos días.

                                

El festival concluyó con otra función del corto Sajkil con los directores, la presentación del libro “Sueños Colectivos” de Fausto Lozano Lara, la película australiana El Túnel de Carlo Ledesma, Halley de Sebastian Hofmann (otra producción mexicana) y la última función fue Archivo 253, una película nacional de director desconocido, con una interesante historia, ya que fue encontrada en unas ruinas del hospital psiquiátrico.

                     


                      

Un fin de semana bastante activo para los cinéfilos yucatecos, pero sobre todo un buen espacio para las nuevas creaciones. Ojalá que sigan surgiendo todavía más para diversificar los géneros. Muchos sentimos afinidad por los géneros de terror, pero también hay otros que merecen ser disfrutados y están esperando un espacio para ser explotados por los nuevos talentos locales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario