martes, 30 de julio de 2013

Ensayo del Lazarillo de Tormes

Me gustaría encontrar a quien haya escrito el Lazarillo de Tormes (algo difícil cinco siglos después) y decirle que los siete tratados se me hicieron un camino frustrante de vida afanosa, tal vez le propondría (si tuviera tanta suerte) hacer una adaptación contemporánea, presentarle el cine, mostrarle que la avaricia y el hambre son dos cualidades que no pertenecen a una época, sino a la condición de hombre. Quizá lo sepa y me acaricie el cabello de forma compasiva por mi entusiasmo de bisoña, tal vez me diga: lo sé, por eso escribí y prescindí de mi nombre que tiene una carga histórica y geográfica, quise perderlo en el tiempo, que se desligara del cuándo y dónde, porque es una obra que habla sobre dilemas ubicuos. Probablemente me equivoco, pero sea quien sea el autor de esta novela picaresca, seguro no le molestará mi teoría.

Que se llamara Lázaro y naciera en un río sumó puntos. Que su papá se robara del molino de su trabajo para llevarles de comer sacudió la escala de valores e hizo que el papel básico de las obras como “bueno” y “malo” pasen a ser algo que no puede catalogarse así como así, sin desprenderse de la naturalidad del hombre, que no es malo ni bueno, solo es.

Lazarillo de Tormes se nos presenta como una autobiografía de un muchacho pobre que habla y escribe correctamente, demasiado bien para ser un Don Nadie que va rotando de amo en amo. Las primeras tres veces la pasó mal pero de cada uno de ellos aprendió algo que hizo que las siguientes fueran un poco más llevaderas. Al final, el karma o la perseverancia (depende de qué tan románticos nos sintamos en la última página) hizo que Lázaro pudiera pasar de ser un cuerpo flacucho pepenando algo de comida a practicar un oficio de cierta posición social que no es tan fácil de adquirir por la naturaleza del apellido, pero tampoco tan descabellado para ocuparse por alguien como él.
En realidad su vida familiar no es tan importante, basta con decir que era tan pobre que su mamá tuvo que “soltarlo” a la vida dura por no poderlo mantener y quedarse con su medio hermano y su padrastro.  Además de ciertas frases que el autor suelta como parte de la oración anterior pero que de forma aislada surgen como una verdad independiente de la novela, por ejemplo:

“¡Cuántos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mesmos!”

Su primer amo fue un cruel ciego que lo mata de hambre, lo maltrata y le enseña a mentir, a robar y lo orilla a ser astuto. La primera escena de la estatua donde Lázaro pega su oreja y recibe un fuerte golpe es su iniciación en el arte de la venganza y el ingenio. El ciego le dice claramente, demostrando la idea que tiene de la vida: no puedo darte de comer pero puedo enseñarte a ser inteligente.

A partir de ese diálogo se muestra claramente cómo el ciego recurre a formas tal vez no muy bien vistas de engaño para valerse de un pedazo de pan y dinero extra que acaparará como un avaro, tal vez por el mismo colmillo que le dicta ser siempre precavido. El ciego, por ser ciego, se ve “obligado” a seguir con su forma de vida tan egoísta. Lázaro reprueba la crueldad y la vileza del hombre pero a lo largo de la novela nos damos cuenta que aprendió algo de él y es valerse por sí mismo y ser cabrón algunas veces.

Para muestra un botón: “Holgábame a mí de quebrar un ojo por quebrar dos al que ninguno tenía”. Ésta es una de mis líneas favoritas por dos cosas: primero, contiene todo el resentimiento que Lázaro sentía por su amo hasta el punto de sacrificarse un poco, sufrir, con tal de que el viejo sufriera el doble; segundo, por el hermoso juego de palabras con estuche incluido, de usar de forma literal y figurativa al mismo tiempo una cualidad importantísima de su amo. Obviamente hablo de su ceguera.

La religión es muy importante en la novela, claro que sí: es otra forma de obtener el dinero. La devoción es una fuente inagotable, como inagotable es el pecado, de dinero.  A lo largo de los relatos uno se da cuenta que los que saben esto, le sacan provecho así sea sacerdote, así sea vende bulas, un pobre ciego o un muchacho hambriento. La religión y la ingenuidad (una de las variables dentro de la fe sin condiciones) son salvavidas para algunas personas.

Incluso está bastante explícito en algunos párrafos: “No nos maravillamos de un clérigo ni fraile, porque el uno hurta de los pobres y el otro de casa para sus devotas”. Pero sobre la credulidad hay una línea más reveladora: “especialmente mujeres, que cuanto les decían creían”. Lejos está el siglo XVI de una revolución feminista extrema, y considero que en ese tiempo, una línea así puede significar dos cosas: o que a las mujeres se les tenía como seres pueriles fáciles de engañar, o que la carencia de educación en ellas las hacía de esa manera. Apostaría por las dos.


Siguiendo con el ciego, Lázaro aprende, se burla de él varias veces pero es siempre descubierto, hasta que se cansa, lo hace una última vez y lo deja ¿Cómo se vería socialmente a un hombre que carece de alguna facultad sensitiva como el ciego, que reparte hierbas y oraciones por unas cuantas monedas? Tal vez el autor quiso desnudar a la figura típica del hombre hambriento, pobre pero honrado y dejar la duda de que no sea así, que quizá el pobre no por ser pobre es menos o más humano.

Cuando Lázaro dice “…solo soy, y pensar cómo me sepa valer” justo después de que le cae el veinte que tiene que aprender y ser fuerte, no sólo se da cuenta de eso sino que es la primera vez que (al menos en el texto) se mira así mismo como alguien que no tiene a nadie más y que tiene que comenzar a pensar en él y sólo en él porque nadie más lo hará. No es egoísmo, es supervivencia básica, nivel uno.

“Me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima”, esta frase subrayada en el libro no parece tan graciosa, pero cuando la unes con la imagen de Lázaro acostado boca arriba, bebiendo feliz de la vida, creyéndose el muy astuto, y después imaginar el licor estampándose con todo y botella en su cara…resulta una de mis favoritas.

Lo más feo de todo es que no importa cuán malos sean con él, a la vista de la demás gente él es el diablillo, él es el que hace travesuras pasadas de lanza. Y los amos no reparan en contarle al mundo cómo descubrieron tal o cual trampa para hacerse los más listos.

El Tratado Dos habla sobre su segundo amo. Rabia me da escribir sobre ése.  El segundo amo  es el sacerdote, otra figura típica en la que la sociedad española podría tomar como alguien bueno. Incluso Lázaro, después del viejo, todavía no capta que la maldad está en el hombre y no importa que se haga llamar “hermano de la caridad”, “hijo de Dios”, o  que sea un bebedor asiduo de vino.  Y en este segundo capítulo se da cuenta que la avaricia está en todos lados, incluso en la casa de Dios.



Más flaco que nunca está el Lazarillo cuando se le ocurre hurtar de la caja donde guarda panes y cebollas, sacando copia de una llave. El fraile no es tan astuto como el ciego y eso permite a Lázaro pasar desapercibido y aumentar algo de peso. Pensando que son ratones, el amo tapa los orificios de la caja pero enseguida el Lazarillo encuentra la forma de hacer que parezca roto.

O cuando por pequeñas frases de menos de diez palabras nos damos una idea de lo egoísta y maldito que puede ser una persona, independientemente de su juramento ante cualquier dios: “Cómete eso, que el ratón cosa limpia es” ¿es en serio? La poca comida que le daba a su sirviente estaba toda ratoneada. Eso es no tener madre. No importa tanto, porque en este caso, Lázaro sabía que no estaba realmente sucia, más que de sus propias manos.

Es clara la crítica del autor hacía este personaje religioso, incluso en la parte del diezmo, a lo mejor para concientizar de alguna forma el uso real de estas monedas en las misas. Pero lo peor, lo peor de todo, es que no se da cuenta de la mala persona que es y parece muy natural a sus actos: “Y santiguándose de mí como si yo estuviera endemoniado tórnase a meter en casa y cierra su puerta”, podríamos retomar la frase del principio: “…huyen de otros, porque no se ven a sí mesmos”. Puto.

El tercer capítulo es mi favorito: hombre con porte, bien vestido, altivo, se siente merecedor de grandes tierras, mentiroso. Lázaro se siente aliviado al principio, piensa que al fin comerá algo.
“Bien consideré que debía ser hombre, mi nuevo amo, que se proveía en junto, y que ya la comida estaría a punto tal y como yo la deseaba y aun la había menester”.

Poco tarda Lázaro en darse cuenta de la verdad.

“…estuve en poco de caer de mi estado, no tanto de hambre como por conocer de todo en todo la fortuna serme adversa”.

El caballero disfraza su estado famélico con rosas, nobles y escudo de armas. “Hartar es de los puercos y el comer regaladamente es de los hombres de bien”. Cuán orgulloso debe ser alguien para decir que si no come es porque es hombre de bien, aunque se esté muriendo de hambre y le quite la comida a su siervo. “¡Oh, Señor, y cuántos de aquéstos debéis vos tener por el mundo derramados, que padecen por la negra que llaman honra lo que por vos no sufrirían!”. Directo al acervo de frases reveladoras.

“Tanta lástima haya Dios en mí como yo había dél, porque sentí lo que sentía, y muchas veces había por ello pasado y pasaba cada día”.

A diferencia que con el ciego y siguiendo con la metáfora tan cool de los ojos, Lázaro se quitaba un ojo para dárselo a su amo. Se sentía culpable de cierta forma porque comprendía (aunque no le parecía del todo) su comportamiento tan orgulloso, en el fondo sabía que se moría de hambre pero también de vergüenza y quizás no lograba entender a ciencia cierta cómo era el segundo sentimiento pero sí sabía que con el primero ya bastaba para ser un desdichado. Sin que eso significara que su comportamiento tan snob no lo frustrara.

De este capítulo, uno de los párrafos elegidos es:

-No hay tal cosa en el mundo para vivir mucho, que comer poco.
-Si por esa vía es- dije entre mí-, nunca yo moriré.

Otra cosa que le diría al autor, es que me hizo sentir culpable muchas veces por reírme de cosas tan crueles como el hambre.

Si hubiera un certamen de los párrafos más garbosos, no repararía en darle el premio a la parte donde Lázaro resuelve: ¡Oh desdichado de mí! Para mi casa llevan a este muerto! Tardé minutos en poder retomar la lectura y respirar al mismo tiempo.

“Hablaba dos horas en latín: a lo menos, que lo parecía aunque no lo era”.


El caso es medir la ignorancia y aprovecharse de ella. Es un razonamiento como: Las personas no saben nada de latín, tampoco yo, pero sé que no saben entonces les diré que yo sí sé y pensarán que deben de seguirme porque sé más que ellas.

En el último capítulo Lázaro agradece los males que pasó, sobre todo con el ciego porque de ellos aprendió y pudo posicionarse, casarse y vivir bien, o al menos comer todos los días.

 Este libro lo leí en la versión infantil hace diez años, lo leí varias veces y entonces me pareció muy divertido, en ese entonces no hice un análisis ni parecido a éste. Leerlo en la versión más rebuscada, una década después hace que entienda cada frase divertida y hasta sienta algo lúgubre en los chistes, pero sobre todo me despierta el ansia de saber dónde está el autor y pensar que sería muy chido hablar con él, o que el hablara más bien. 

domingo, 21 de julio de 2013

Noche Blanca en Mérida

Jam de escritura e improvisación audiovisual Babel Desnuda presentado por Patricia Garfias, Luis Cruces y Gonzalo Cárdenas

Museos, galerías, parques-escenarios abiertos a un mar de expresiones culturales como danza, música desde la Orquesta Sinfónica hasta el grupo de reggae I&I pasando por improvisación y experimental, exposiciones artísticas en restaurantes, salas de lectura, proyecciones de películas, obras originales de Rembrandt en el Olimpo, y una visita concurrida al centro de la ciudad, conformaron La Noche Blanca en Mérida.

Dentro del proyecto participaron siete museos y veinte galerías de Mérida, además de restaurantes que ofrecían el 10% de descuento al presentar el brazalete azul que se adquiría en la entrada de él o cualquier restaurante-bar afiliado a La Noche Blanca.

Exposición artística del ilustrador del Diario de Yucatán Tony Peraza en Manjar Blanco


Los parques también prestaron su explanada para distintas intervenciones. En Mejorada, Santiago, Santa Ana y Santa Lucía hubo muestras de baile como el Ballet Coreano o de Belly Dance, el espectáculo de Cur-Cus Circus de Daniel Quesadas, Ceiba Flava; performances como "Las Niñas bien de Chumayel" de la compañía Magia Escénica, el show regional de "Chepita Kakatúa", el performance audiovisual de música chiptune, improvisación con acordeón y jam de escritura Babel Desnuda; música como I&I, Designación Absoluta, los Juglares, y Eduardo Vázquez: retro-rock pop.

Patricia Garfias en Babel Desnuda

Ghawasi Belly Dance en el parque de Santa Ana

Presentación de música chiptune por Luis Cruces

También fueron parte de esta agenda "Flus Boo" Yucatán Blues Band, un taller de grabado impartido por el colectivo Calle Estampa, Traficante de Letras, la Expo Bazar de creadores plásticos y La Tropa, Fingerstyle y rock, el esperado recorrido por el cementerio y la proyección de películas de cine mórbido, además de la propia agenda de las galerías participantes.

Para agilizar el recorrido, se dispuso de varias rutas de camiones con paraderos en el museo Regional de Antropología "Palacio Cantón", en La Ciudad, la Galería de Arte Municipal, en Arte Popular de Yucatán, en el Macay, el Frontgroung Galería Manolo Rivero, In La'Kech y Zoma Gráfica y en el parque de Santiago.


I&I en Santa Ana

I&I grupo de reggae yucateco

La noche blanca está inspirada en su homónimo francés celebrado (porque considero es una celebración de la cultura y una apertura a su recepción masiva y gratuita) en París por primera vez en el 2002. Muchos países europeos y americanos imitaron el proyecto porque los beneficios que trae son varios y muy buenos.

Exposición Individual de Mario Galván en la Galería 904

Obra de "Apología del fin del mundo" de Mario Galván

Considero que darle un espacio a la cultura en Mérida es muy importante para la aceptación y apreciación de un público que no está acostumbrado a acudir a este tipo de eventos. No es novedad que la recepción yucateca a ciertos tipos de arte no es la mejor del mundo, y la confluencia de expresiones artísticas en un mismo punto de forma tan accesible, como fue la noche anterior, atrae a varios auditorios: por un lado, la gente que comúnmente asiste a este tipo de lugares amplió sus alternativas; y por el otro, quienes generalmente no son muy adeptos a los eventos culturales, aprovecharon de la singular agenda nocturna.

Se habla de mantener este proyecto y hacerlo más seguido, lo cual a primera vista es una muy buena opción.Sin embargo, las autoridades alegan tener que considerar ciertos aspectos como la remuneración turística y el derroche económico. Pero eso ya es otro asunto.


Los Kowalski en la Galería 904

Los Kowalski

Gonzalo Cárdenas "Chalo"


martes, 16 de julio de 2013

La repercusión emocional en el fotoperiodista de guerra

La palabra compasión viene del latín cumpassio y significa literalmente "sufrir juntos". Cuando pensamos en cómo los fotoperiodistas de guerra consiguen la mejor fotografía (que generalmente es aquella que simboliza de forma lacerante un hecho), uno pensaría que es de alma fría, que ha vivido mucho y que ha visto tantas cosas que se le ha salido del cuerpo la compasión, que se instaló la indiferencia y que una buena foto constituye el sufrimiento de otra persona.
 Ebrahim Noroozi, Ganador del World Press Photo 2013
 La ética del fotoperiodista de conflicto es muy discutida. Por un lado, está la opinión de que quienes captan momentos recopilan el material que sirve como denuncia gráfica y que a lo largo de la historia ha podido formar una visión crítica confiable, como una prueba del mundo deshumanizado en el que los inocentes son el foco principal, quizá para demostrar repercusión, o porque as fotos más violentas se compran más y arrasan en los puestos de

Por el otro, están los críticos hacia su modo de vida, tan cercano a las desgracias y con poca disposición para ayudar. Sin embargo, es él quien se acerca a los conflictos, quien se codea con las balas, quien ha tomado la decisión de abandonar la vida de comodidades y seguridad en la que se encuentran los que críticos de su supuesto desentendimiento social.

Joao Silva- Rooke Gallery
Es una situación difícil: además de tener que cuidar su vida, tienen que conservar el pulso, hacer
movimientos técnicos a una velocidad inmediata, encima deben de tragarse la compasión y desarrollar un aislamiento emocional para poder conseguir una buena foto y tener un pedazo de documentación histórica que le valga la sangre frente a sus ojos, su alma en peligro y satisfacer la necesidad de decir con imágenes lo que se está viviendo, lo que la gente preferiría ignorar.

Esto mismo hace a los fotógrafos dudar de su humanidad, a pesar de estar conscientes de por qué lo hacen. ¿Cuál es el precio de las fotografías? El club de Ban Bang, por ejemplo, cuatro jóvenes que fotografiaron la violencia del régimen del apartheid, estuvieron en uno de los momentos más históricos y documentaron la realidad de una guerra racial. Silvao Joao perdió a amigos y en otra batalla perdió ambas piernas al pisar una mina, Kevin Carter obtuvo una vida insatisfecha hasta el suicidio precedido al asedio quienes lo satanizaban por el material que le mereció un Púlitzer, Marinovich cuatro disparos lo hicieron afortunado, y para otros como Oosterbroek, amigo de todos ellos, la vida puede ser el mismo precio.
Bang Bang Club- Fotografía tomada de la red

Marinovich cuenta que tuvo que “negociar” con los agresores para tomar una foto con la que también consiguió un Pulitzer. Les prometió que dejaría de tomar las fotos cuando ellos terminaran de matarlo. Silvia dice que cubrir la violencia en Sudáfrica a principios de los noventa parecía un ciclo interminable: “despierto antes del amanecer, para documentar con la primera luz del día la violencia de la noche, esquivando balas y gas lacrimógeno, regresando apresuradamente para archivar las fotografías, luego volviendo para aprovechar la luz del atardecer, archivando más fotografías y pasando noches de lamento con alcohol y drogas, y levantándose antes del amanecer para empezar nuevamente” (Cohen, CNN México,2011).

Los fotoperiodistas se quedan con el olor a muerto en un campo perforado, con los nombres de las víctimas, con los gritos de parientes, con el llanto, con más tristeza de la que el lente pudo abarcar, con la historia detrás de la situación congelada.

Periodistas y fotógrafos corresponsales de guerra se asquean de la vida banal que llevan los
que viven lejos del desconsuelo en situaciones pesarosas, quizá les moleste hablar de cortinas, de
 colegiaturas, del nuevo avance cuando han visto cosas con las que se ganan premios o reconocimientos. Pero nadie les quita los ojos que parecen reproducir desgracias, las ojeras que cuentan cómo un niño  abrió los brazos y se dejó caer en el cuerpo mosqueado de su madre.

Fotoperiodismo Mexicano

A mediados del siglo XX, la fotografía en México no había alcanzado tanto desarrollo en cuanto a la exposición pública como en los otros países, a pesar de existir ya varios en el gremio fotográfico que durante todo ese siglo tuvieron muchas cosas importantes que fotografiar.

Los cambios que México tuvo en el siglo XIX y XX fueron cruciales tanto para el fotoperiodismo como para la historia, con acontecimientos como la Revolución Mexicana, la expropiación petrolera, la revolución industrial, etc.

Héctor García
 Durante los primeros años del siglo XX, los reporteros de la agencia Hermanos Casasola en México captaron el panorama del desarrollo de México moderno. El apoyo de la fotografía Española (los hermanos Mayo eran exiliados españoles) ayudó a establecer las técnicas con las que trabajaron los fotógrafos mexicanos. Y obtuvieron un trabajo fundamental para la comprensión histórica del siglo.

Sin embargo, la vida de los fotógrafos era bastante difícil para la manifestación de su trabajo, no había espacio en los periódicos, y las revistas que publicaban no ofrecían ni crédito ni pago. Los espacios comenzaron a abrirse por la misma necesidad de colocar a la fotografía como algo importante.
Héctor García
Héctor García y Nacho López dominaban el escenario del fotoperiodismo, gracias al compromiso social y las construcciones visuales de cada uno. Sus fotografías daban en el blanco de los problemas sociales: el movimiento ferrocarrilero, la matanza del 68, el abandono infantil, etcétera. La rebeldía, irreverencia y frescura son parte de la pasión del fotorreportero.

Sin el entusiasmo de los primeros, que exigieron, insistieron para cambiar la percepción que se tenía su labor, probablemente, la fotografía en México hubiera tardado un poco más en desarrollarse como lo hacían los otros países.

Unomásuno fue una de las primeras revistas que expuso las fotografías de los mejores periodistas y en los años 60’s comienzan abrirse espacio en las galerías y otros sitios. De esta época pionera destacan fotorreporteros como: Héctor García, Nacho López, Rodrigo Moya, Enrique Bordes Mangel, Armando Lenin Salgado, Raúl Anaya y los hermanos Mayo.

Nacho López
La situación sociopolítica del México del siglo XX es uno de los impulsores más fuertes en la labor del fotorreportero, que llevaban el sentimiento de inconformidad a sus fotografías. Con el movimiento estudiantil del 68, por ejemplo, quedó la evidencia de que, si bien hubo medios que disfrazaron el espectáculo, hubo también quienes encerraron su coraje y compromiso social en las fotografías que pasaron a la historia como la evidencia de un crimen y penetraron aún más allá de la conciencia mexicana, formaron parte del nuevo ideal generacional y evitaron que la formulación de engaños no fuera más allá que otro discurso político; personalmente, creo que si no hubiera habido fotógrafos, difícilmente hubiéramos podido concebir tal movimiento de una forma más humana, ya que no hay más evidencias que esas para convencernos de cómo sucedió realmente.

Rodrigo Moya

Free artist (sesión desnudo)












Sesión completa:
http://www.flickr.com/photos/93212528@N05/sets/72157634486921530/

Periodismo hoy


El nuevo periodismo es para nuevas generaciones algo muy arriesgado. Basta con leer las páginas de noticias de otras partes del mundo para asustarnos con la frescura con la que informan, la ironía de sus letras, las nuevas formas de expresión y la retroalimentación en el proceso comunicativo. 

En la escuela nos enseñan a escribir como la gente leía en los años ochentas, el dinamismo de hoy no permite que un lector joven se vaya satisfecho con una nota de tres partes sin un grado de audaz. Yo no sé para qué se escribe si no es para que entiendan.

Nos han hablado una y mil veces de la objetividad cuando el mismo número de veces hemos concluido que no existe, puesto que no somos robots ni hombres de hojalata que no ven, que no perciben, que no analizan, cosa importantísima al escribir un hecho presenciado.

Consciente de vivir en una sociedad en la que al menos tres generaciones conviven y saber que una de ellas (en la cual no estoy) maneja los medios del Estado, es asumir que tendré que adaptarme a los medios que considero anticuados, incluso cuando la nueva forma de hacer periodismo en tiempo real es lo que me llevó a estudiar esta carrera. Es un poco difícil sobrellevar una carga de frustración laboral de este tipo.

No estoy diciendo que quienes manejan los medios actualmente deberían sentarse en su sillón a chochear libremente y dejar a los púberos que nos encarguemos, con aires de revolucionarios, a manejar información en las nuevas tecnologías. Esto no saldaría las necesidades de la sociedad porque no está conformada por un grupo único de pensamiento convergente.

Mi punto es que ¿quién mejor que los jóvenes para llegar a los otros jóvenes? Los espacios que se manejan para ellos son escasos en los medios formales. La nostalgia que se tiene por los periódicos y las revistas impresas sólo desvalorizan la nueva labor que hacen los medios electrónicos cuando el contenido y la secuencia fonética del texto es realmente lo que importa y no sobre qué está escrito o a través de dónde se decodifica. Sin embargo, es difícil encontrar pautas para confiar en un medio alternativo o independiente porque no hay una regularización en cuanto a la calidad informativa, además de lo descorazonador que es pensar que viviremos de eso.

Creo que si en Yucatán se le diera más espacio en los medios tradicionales a periodistas con ideas novedosas, libres de ejercer el nuevo periodismo sin los estatutos tradicionales y con oportunidad de aprender de los mejores ejemplos a nivel internacional, tendríamos una mejor oportunidad para formar ciudadanos conscientes de la realidad mostrándosela de la manera en la que ellos la comprenden.

TRAFICANTE DE LETRAS


Traficante de Letras es una espacio itinerante de intercambio de conocimientos, Carlos, Valentina y Rulo buscan (encuentran) espacios públicos para llevar una mesa de libros y liberar otros cuantos. "Nuestra mesa no es un intercambio de libros, sino de aprendizaje".

Carlos y Rulo habían regalado libros en manifestaciones y un día un integrante de Colectivo Santiaguero les propuso, en vez de regalarlos, poner una mesa de intercambio en uno de los eventos que él organizaría. Así el 24 de junio fue la primera vez que Traficante de Letras (que aún no llevaba ese nombre) reunió libros propios y donados en una mesa con el nombre de "Mesa de Intercambio Colectivo Santiaguero" y comenzó, sin saberlo, el proyecto.

Después de ese día, ya tenían 150 libros para intercambiar y 8 cajas de libros para liberar en el próximo evento que sería en dos semanas. "En el transcurso de esas dos semanas Carlos y yo nos sentamos a platicar un rato, decidimos darle un poco de forma y nombre. En el segundo, Valentina comenzó a ayudarnos, cargaba cajas, nos acompañaba y en noviembre se integró a nosotros formalmente", cuenta Rulo.


Traficante de Letras tiene 4 líneas de trabajo:

La primera es la Mesa de Intercambio, la que llevan a los lugares a los que son invitados o los espacios que ellos mismos se buscan, con la dinámica de ofrecer una gran cantidad de libros para que alguien deje uno propio y tome otro de la mesa. Compartir, al fin y al cabo.

La segunda son los Libros Libres, que se llevan en cajas para que la gente que no tenga qué intercambiar, se los lleve.

La tercera se llama Plasmando Ideas, se trata de stickers con diseños de bicicletas, el logo de Traficante de Letras o algún dibujo divertido, es una forma de compartir lo que les gusta y que creen puede gustar a la gente. Además, es la forma en la que costean el proyecto. Entrada que les ha permitido ayudarse e incluso sacar playeras.

La cuarta línea de trabajo es un proyecto aún no realizado: La Biblioteca de Traficante, concebido como un lugar de lectura compartida, interpretación de códigos que puede tener otras dimensiones como intercambio o como espacio de trabajo.

Cerca de 1,500 libros han circulado de mano a mesa y de mesa a mano, y aproximadamente 3,000 se han ido de las cajas libres en los más de 40 eventos en los que ha participado. "Pensábamos que tener dos eventos al mes estaría chido. En julio tuvimos dos, y pensamos que así se mantendría pero en agosto tuvimos siete y a raíz de eso tenemos más o menos un evento por semana”, añade Rulo.

Traficante de Letras se infiltra donde no hay libros, "eran lugares donde Carlos y yo estábamos, donde íbamos a bailar, también eso hace que se acerquen personas que nunca había leído. ¿Cuándo ibas a ver libros en un bar a las 11 de la noche? ¿Por qué habrían libros en una tocada de Jam Gorilla en el Mayan Pub, por ejemplo?". Aunque su espacio favorito es el espacio público, "De alguna manera creemos que es ahí donde pertenecemos", dicen. También han ido a comisarías como Temozón Sur donde la gente no tiene tanto acceso a los libros.


El proyecto se teje por medio de redes colaborativas, con gente que también tiene planes culturales, arman su propio foro y los invitan. El objetivo está tan bien definido que incluso distinguen los lugares a los que sí quieren participar de los que no. "Tratamos de que sea lo más abierto posible, nos gusta valorar el proyecto al que nos inviten, y hay espacios en los que creemos que podríamos entrar, pero también podríamos no entrar, eso lo vamos descubriendo poco a poco. Uno de nuestros intereses es conocer el mayor número para saber cuáles nos gustan", abunda.

Cada uno de ellos tiene un área en la que les gusta desarrollarse más: Valentina, los libros infantiles, Carlos los cómics, pero creen que no hay libros buenos ni libros malos porque todos pueden enseñar algo diferente, depende de la persona y el momento de ser leído. "Tiene mucho que ver con la idea que tenemos de qué es lectura: todo se puede leer o decodificar", dice Carlos.
Al preguntar si lo que ellos hacen es fomento a la lectura, contestaron que ese término no les gusta. "Creemos que ha sido algo institucionalizado de alguna forma y que no compartimos del todo, creemos que la lectura es algo natural, se puede decodificar el sonido, las imágenes. Hay gente que dice que lo que hacemos es fomento a la lectura y probablemente lo hagamos, pero no lo consideramos así", opina Rulo en la entrevista.

Traficante de Letras ha servido de vínculo para la creación de otros proyectos o conferencias. Una de ellas dirigida por Carlos quien para la FILEY 2013 organizó una mesa panel de cómics en la que no llevaron la mesa de intercambio pero que sí se gestionó a través de T.L. También, el marzo pasado invitaron a la Dr. Melisa Rivière "Emetrece" a dar una conferencia sobre su estudio antropológico de cómo la música (Hip Hop en específico) puede servir como plataforma de código entre dos países (Cuba y Puerto Rico) y los medios de comunicación como un lugar para el estudio antropológico del comportamiento del hombre. Y aunque ellos opinan que el contacto con Emetrece fue de esos que no llegan todos los días, las conferencias son algo que tienen planeado seguir haciendo.

El 22 de junio celebraron su primer aniversario, "queríamos que sea un espacio de lectura, el discurso de aniversario era que el parque se volviera nuestra biblioteca, tuvimos a amigos que hicieron talleres de imagen, música, un poco lo que soñamos, queremos y hacemos. Todo obviamente a través de la red colaborativa que hemos formado. Sin esta gente (los colectivos) y quienes se interesan y participan en el proyecto, no hubiéramos podido hacer nada", concluyen.

Donde hay surf, hay baile






Los Detectives Surf es la banda de Surf Rock de Mérida más conocida en la comunidad de músicos locales. German, Carlos, Luis y Richi no sólo son divertidos y con personalidades variadas y agradables, sino que llevan la pasión y la alegría a la música.

Uno se quiere poner a bailar cuando habla con ellos o cuando los escucha tocar y eso los ha llevado a refinar su género y a ser reconocidos tanto por la originalidad de su música como el talento que cada uno tiene.

Carlos, el baterista nos comenta: “Los Detectives nacieron de la casualidad, de la mera y romántica casualidad. Cuando decidí formar la banda con otra persona, nos hacía falta un bajista y para ese entonces Germán llevaba poco tiempo de vivir en Mérida y vivía cerca de dónde ensayábamos. Un día tocó la puerta y nos preguntó ¿qué tocan? Sin conocernos, trajó su bajo y comenzamos a tocar para hacer una pequeña presentación.

La relación que tienen con los otros músicos locales también es muy buena, les sacan provecho a la diversidad de géneros para hacer un evento más versátil y que la gente lo disfrute. “Nos llevamos con muchas bandas, les agrada porque no somos una competencia real sino más bien ayudamos a hacer más dinámico el evento. Podría ir más gente a disfrutar lo que ellos hacen y lo que nosotros hacemos”, cuentan.

Germán, el guitarrista, estudia diseño gráfico y publicidad pero también tiene otros proyectos personales de música electrónica y es uno de los que lleva más tiempo en la banda. Luis, también en la guitarra, es el más joven de todos, tiene diez y ocho años y conoció a uno de los integrantes por un proyecto de folk independiente, ha tocado en tributos de los Beatles y es amante de la música nato; Richi es el bajista, estudió Ciencias Políticas en la UMSA y está estudiando fotografía; Carlos, el baterista, estudió periodismo y trabaja como fotógrafo, toma fotografías de conciertos tanto locales como nacionales.

Ellos tocan surf instrumental por lo que no hay voz –ni falta que hace- en sus canciones. En entrevista con ellos, comenzaron por platicar cómo surgió el grupo. Y lo más importante: ¿por qué surf rock si muchos tenían antecedentes de otros géneros musicales?

Después, tuvimos varios cambios de alineación hasta que conocimos a Richi, quien toca ahora el bajo, y a Luis. Creo que nuestro sonido está más elaborado ahora y afina más la frescura del género. Cambió radicalmente, sí, pero conserva el espíritu fiestero que es lo que queremos desde un principio”.
Yucatán y la falta de este género es lo que los llevó a comenzar a tocar surf. Dos de los integrantes, Carlos y Germán, son del centro del país y cuentan: “¿Por qué si hay todo para que haya surf, no hay? A las bandas de surf del Distrito Federal les encantaría la idea de poder tocar en la playa, el género tiene que ver todo con el espíritu playero y al principio sí fue raro porque a mucha gente le gustaba pero no sabía por qué ya que no se parecía a lo que escuchaban comúnmente.

Otra ventaja del género, según nos cuentan, es la variedad de público que tiene su música. “También pega con la gente adulta, porque le recuerda a la época de cuando eran más chavos”. El Surf Rock no es un estilo de música nuevo, podemos ubicarlos entre el twist y el boom de la música inglesa y la beatlemanía, ya algo lejos de nuestros tiempos pero alcanzan la nostalgia de los adultos a los años 60’sLos detectives han compartido escenario con Mama Ruda Santiaguera, Snails of Caroline, Jam Gorila, Denzo Slam, Alguna vez fuimos guapos, entre otros. Escenarios que van desde una plataforma montada en el parque de una comisaría hasta un bar en Cancún, pasando por El Delorean de Mérida.

Algo sobre el Surf...
El Surf fue particularmente conocido en los años 60’s, nació en California cuando el deporte se convirtió en un modo de vida. Se pueden considerar dos tendencias en el surf: la instrumental que generalmente utiliza guitarra eléctrica y representado por primera vez por Dick Dale quien es considerado el padre del Surf Rock; también existe el subgénero de pop surf o surf vocal con armonías fuertes, los más populares de este género fueron los Beach Boys.

Este tipo de música ha influenciado el rock principalmente en el reverb de la guitarra, una característica importantísima del surf, al igual que los ritmos rápidos, simples, efectos como el trémolo y el fuzz, guitarra melódica con movimientos como el tremolo picking y todo el ritmo que se requiere para ponerse a bailar. Ventures, Astronauts y Los Surfais son algunas bandas características en los inicios del género.

Metropop Fran Ilich



Metropop de Fran Ilich es un libro que habla sobre la vida de un adolescente que vive en la frontera entre Tijuana y San Diego. Es de mis favoritos porque el personaje está envuelto en toda la cultura alternativa y hay varias referencias que te hacen sentir identificado con el personaje. Películas B, gore, raivens, bandas de música internacional y nacional como Pet Shop Boys o Caifanes. Y una descripción muy interesante de la americanización en el México contemporáneo escrita por un joven de 17 años con hartazgo y los pies bien puestos en la tierra.

Él desmenuza de manera irónica y divertida todos los personajes de la vida cotidiana como a un maestro de inglés pretensioso que dejó su ideología hippie de la adolescencia para usar corbata y dar clases en un salón en donde todos se duermen, o de una niña con un futuro prometedor, de inteligencia destacada que terminará casándose y trabajando como telefonista y como él dice “volviéndose un número más de la sociedad”.

Este libro nos jala las piernas del aire pero detrás del desencanto que podemos llegar a sentir, hay una visión crítica de nuestra sociedad e incluso podemos comprender al personaje, divertirnos con la forma en la que explica lo que siente y vive. Es un libro muy corto, entretenido y que, aunque no quieras, te hace reflexionar. Además, trae un glosario de modismos y personajes actuales con definiciones del propio protagonista.

Yo lo encontré de casualidad en la Biblioteca Pública de Chuburná, no es muy común pero ahí seguro pueden pedirlo. Se perderán en raivens y en conciertos de punk peleando con policías y otras cosas locas de la primera a la última página.

ACROSS THE UNIVERSE



¿Un musical de los Beatles? En el 2007, los que conocían a Julie Taymor, directora del filme, sabían que podían esperar de esta película un vasto atractivo visual, colorido, original y muy teatral, además de las altas expectativas de la música dentro de la película. Como directora de musicales y ópera, se esperaba un gran resultado de Across the Universe, una película donde no se adaptan las canciones a ella sino que ella se adapta a las canciones, ni más ni menos que inspirada en: Los Beatles.

La película recibió muchas críticas negativas debido a que sucedió exactamente lo que se planeaba: Las situaciones no eran en sí importantes ni trascendentales, sólo eran un pretexto, a veces mal usado, para poder reproducir de fondo una canción de los Beatles que se parecía a lo que estaba aconteciendo. Eran como pequeños videoclips de las canciones de los Beatles, aunadas a las situaciones culturales y al contexto de los años 60′s, incluida la guerra de Vietnam y ya que estamos inventándole pues también una historia de amor, entonces todos ellos se unían y si los volteabas de cabeza, lo veías medio de lejos y luego lo tratabas de interpretar, conseguías ver de reojo una historia de fondo y, en realidad, ésta no era tan buena.

Dentro de la historia hay muchos acertijos que la desvían y sólo pueden ser entendidos por quien es verdaderamente fan de los Beatles como los nombres de los personaje que están basados en alguna canción, otra es cuando Prudence (Hey, Prudence), entra por la ventana del baño haciendo referencia a la canción “She came in through the bathroom window”, o cuando al inicio, The Quarry Man (un grupo que fue la base de la fundación de los Beatles) está tocando en el Cavern Club.

Hablando de esta chica, Prudence sin es duda el personaje más forzado de la película, pues al final termina con un absurdo desenlace después de haber sido explotada su actuación para que sean posibles tres canciones que no tienen ni por qué estar ahí, como I want a hold your hand, aunque, hay que decirlo, es muy bien interpretada y personalmente prefiero ésta versión que la original, como muchas otras canciones dentro de esta película.

Ya después de que este personaje fue un pretexto para adjuntar tres canciones, parece que la directora ya no sabía qué seguimiento darle al personaje y no quería mantenerlo en la trama como principal ya que no realizaba ninguna función dentro de la historia fundamental, entonces decide darle un maravilloso y ridículo final: la integra en el Circo du Soleil que aparece mágicamente en la trama, para ¡adivinaron! : meter otras cuatro canciones de los Beatles, como I am the Walrus cantada por Bono que los lleva en un camión lleno de LSD como el grupo The Merry Prankster, donde todo se vuelve psicodelia, y después la película regresa a su posición original para tratar de seguir, no sé cómo, con la trama importante: la guerra de Vietnam, la lucha pacifista y la historia de amor entre Jude (Hey Jude) y Lucy (Lucy in the sky with dimons). Los personajes de Jojo (Get Back) y Sadie (Sexy Sadie) están basados en las leyendas del rock Jimmy Hendrix y Janis Joplin, y son un regalo auditivo.

Hasta ahora, he mostrado mi opinión lo más objetiva posible. Ahora, ¿vale la pena ver la película? Aquí es cuando emito un tremendo y rotundo SÍ. ¿Soy incongruente? No, les explico: Si algo me llama la atención de una película es su capacidad visual, los efectos dentro de ella y obviamente el contenido musical de ésta y créanme cuando les digo que Across the Universe tiene todo de lo anterior, si quisiera ver una película por su historia, mejor leo un libro. La mayoría de las canciones que son adaptadas vienen acompañadas de un escenario increíble y son muy bien interpretadas.








CHIPTUNES

                                         Los sonidos de vídeojuegos como género musical





Dig Dug,Bomberman, Excite bike, Megaman o los populares Mario Bros y Pacman, muchos pasamos por ellos cuando la generación de los 8bits nos agarró en plena infancia. Si algo podemos recordar de todos esos juegos es la tonada chillona, que era toda una revolución en los años 80’s y los primeros años de los 90’s cuando jugábamos con los famosos Commodore 64 que contenían los videojuegos de la época.

Luis Cruces

Antes, la única forma de que una computadora tuviera un formato de música era a través de un chip MOS 658178580 que trabajaba en un máximo de 4 bits y luego fue evolucionando hasta que llegó a ser de 8bits, cuando no había tarjetas de sonido y los ‘beeps’ eran la raíz de la música.

Si toparnos con este tipo de música en cualquier lado es difícil, buscar información sobre ella, lo es aún más. Luis Cruces Gómez y J. Nahuat, más relacionados con este tipo de música aportaron varios datos obtenidos a través de su experiencia y la información que han recabado durante un tiempo de forma autodidacta.

Concierto de Chiptune Tsunami 2013

Luis Cruces Gómez comenzó a interesarse por este tipo de música y pasó de los 8bits al chiptune, así que comenzó un proyecto de solista llamado Plastic Dungeons y tocó en algunos lugares. Además, pertenece a una red nacional de música chiptune. Nahuat ha tenido contacto con el círculo de los videojuegos, producciones audiovisuales, música 8bits y glitchs más de la mitad de su vida, además de gestionar algunos proyectos relacionados con esto.

Luis definió la música 8bits como un género musical que proviene de consolas obsoletas. “Lo más común es 8bits porque, aunque había música de 4 bits cuando salió el Atari, era muy limitado el audio que se podía producir, era noise, uno o dos pulsos cortados. Cuando llega el Nintendo cambia y ya se pueden manipular fácilmente, por eso lo más conocido de 8bits es el Nintendo”, opinó.

Aunque es muy común que se confundan, la música 8 bits y el Chiptune no son lo mismo. 8bits se refiere a la resolución y el chiptune al instrumento con el que haces música. “8bits se puede hacer emulando una computadora o hasta en programas para android, pero si usas el hardware original, es decir, nintendo, gameboy, Atari, Commodore sin emularlo, es chiptune”.

Estas canciones que pudimos oír alguna vez jugando gameboy o nintendo, utilizan procesadores de sonidos internos de estas mismas consolas, sintetizada en tiempo real. Es un estilo de música electrónica que refleja el sonido de esa tecnología primitiva de los videojuegos, abusa de ondas cuadradas y se apoya en los ordenadores y consolas de esa era.

Algunas de las máquinas que se usan para producir este tipo de músicas son la commodore, gameboys, sega, ataris o sintetizadores como el Elektron SidStation. También es común modificar juguetes para producir música en baja resolución. “Los que hacen chiptune también suelen hacer Circuit Bending (corto circuito) porque buscan sonidos en baja resolución”, comentó Luis.

Los chiptunes generalmente ocupan menos de 100kb, encajan de principio a fin formando un “loop”que en palabras mortales significa compases musicales exactos que forman una secuencia, que se reproducen en forma de bucle infinito.

A pesar de que los nuevos formatos y consolas desplazaron al gameboy y los juegos del principio de siglo, esta música tiene un alcance internacional y reconocido. En marzo del año pasado se reunieron talentos de México, Chile, Bolivia y España para una mesa panel de la música de videojuegos en la cultura actual, y de cómo se ha abierto paso a través de la música contemporánea.

Plastic Dungeons en el Tsunami 2013

Para quien haya visto Scott Pilgrim contra el Mundo, será bastante familiar la tonada retro que se ha vuelto un ícono musical para los amantes de la tecnología. “Cuando las consolas se volvieron obsoletas, pasaron de ser música de fondo en un videojuego a ser conocido y apreciado como un género musical y fue más la nostalgia de las consolas lo que la revivió”, platicó Luis.

Nahuat habló sobre el Glitch, un arte moderno que se produce “echando a perder” un vídeojuego para que se vea mal o defectuoso, muchas veces pixeleado, para crear con ello un arte visual. “Es como cuando toca un DJ y detrás de él pasan imágenes de algún vídeo al ritmo de la canción, así se complementan los glitch y el chiptune”.

Entre algunos colectivos musicales que se dedican a hacer estas piezas con sonidos de antaño, podemos mencionar a MicroBcn de Barcelona que hace algunos festivales, conciertos o conferencias. El más importante a nivel internacional según muchos es Micromusic con varias sedes esparcidas por el globo y un netlabel (sello discográfico) muy importante llamado 8bitspeople.

                 Compilación de Colectivo Chipotle.
En México tenemos al Colectivo Chipotle del DF, una sociedad de música 8bits con representantes en estados de toda la República Mexicana desde hace un año, busca promover la música 8 bits y chiptunes para dar a conocer el trabajo de México y que éste alcance la fuerza internacional que tienen otros países más relacionados con este género musical y que incluso hacen festivales especializados con música en vivo de Chiptune como Estados Unidos y Europa.

Colectivo Chipotle sacó el mes pasado un disco que recopila 14 canciones de música 8bits y chiptune. La compilación es el trabajo de 14 músicos mexicanos de más de 8 estados de la República Mexicana, Luis Cruces es uno de los que colaboran con su trabajo en el disco y el representante de Mérida en el Colectivo Chipotle.

En Mérida, el género no es muy conocido. Hasta donde pude averiguar, sólo han existido dos bandas de chiptune productivas en los últimos 8 años. Una de ellas, la primera que recuerda la actual generación del chiptune yucateco es Thethethes. “Empezaron a hacer música con Nintendo, Gameboy y otras consolas hace algunos años, ganaron algo de renombre, se aliaron con el Colectivo Chipotle, hicieron dos discos y luego desaparecieron”.

Después de ellos surgió Pantone Sound Machine, otro grupo que hacía presentaciones y que llegó a tocar en el Tsunami y en el Aniversario de la Ciudad, pero también se desintegro y a partir de eso hay un hueco en el Chiptune. Hueco que sería fácil rellenar teniendo en cuenta el público amante de los videojuegos que indudablemente existe en Mérida, probablemente, sea momento de que el chiptune se gane un lugar junto al resto de los eventos para los gamers yucatecos.



domingo, 14 de julio de 2013

Tsunami en Mérida




La convención anual de anime y videojuegos, Tsunami, volvió a Mérida este sábado13 de julio a las puertas del Siglo XXI. Entre las actividades que los asistentes pueden disfrutar están los concursos como el de Beso o Tortazo, Súper Oraku Contest, Cosplay individual, Star Dancer Battle, Karaoke, Playback Asian Dance, además de los torneos de videojuegos y Magic.

También se programan pasarelas como la Pasarela de Lolitas, Subasta de Edecanes (?), y conferencias como la Whats up 2EN1, de los Hijos del Rol, y de Carlos Segundo, el invitado especial que hace doblajes de voz como la de Woody en Toy Story, Alf, Severus Snape de Harry Potter y Pícoro de Dragon Ball. Y aunque no estuvo calendarizada también participó Marina Huerta, quien hace doblajes de voz para Bart de los Simpsons.



En el evento de ayer estuvo Plastic Dungeons, un proyecto de música chiptune hecha con consolas de videojuegos con el sonido parecido al 8bits. Por cuarenta minutos disfrutamos de la nostalgia de los antiguos sonidos de videojuegos revalorizados en esta muestra original de Plastic Dungeons.



Para este domingo, el último día del Tsunami, está agendada la Jeopardy Otaku, Conferencia EHY: Don´t hate me, el concurso ¿Qué tan fan eres?, una Conferencia de Xbox One y Playstation 4 por los dirigentes de la página web yucateca Fans del Joystick, la final de Cosplay PT, el Concierto Ragnarok con Marissa de Lille, la conferencia de Carlos Segundo y Marina Huerta para quienes se lo perdieron ayer, Cosplay Grupal, Premiación de Concursos y la clausura de Anime/Kpop.




Esta programación sólo corresponde a la tarima principal, además del área de videojuegos y las mesas de venta con artículos relacionados con la cultura japonesa, comida china y japonesa, juegos de vídeo, cartas de Yu Gi Oh y Magic, y toda esa onda de Otakus.

No soy fan del anime y no suelo jugar videojuegos o algún tipo de juego de mesa japonés, tampoco escucho la misma música a excepción del chiptune que fue por lo que asistí, pero creo que fue muy divertido toparme con gente que a pesar del estereotipo y la percepción que algunas personas tienen de ellos  no se avergüenza de sus gustos y disfrutan el espacio que les dan.


 Sí, no voy a negar que fue algo extraño ver los bailes tan extravagantes, los pomposos disfraces, representaciones de personajes que no había visto antes y hombres con cuernos de papel en la frente. Me divertí, aunque no recomendaría probar el pan chino, jamás.